Poco distante de París, a unos 50 minutos de tren, se encuentra el majestuoso Palacio de Versalles: una de las metas más visitadas del mundo, que atrae cada año millones de turistas a la Îlle de France occidental. Visitar el palacio y sus inmensos jardines regala la extraordinaria sensación de volver atrás en el tiempo y de vivir la elegancia de la época de Luis XIII y de la pompa real. La residencia de los reyes de Francia es una gema de la arquitectura, reconocida como patrimonio mundial de la UNESCO, a la que ningún turista debería nunca renunciar a visitar.
Cómo llegar
Para llegar al Palacio de Versalles, existe un único medio de transporte público, es decir la RER C, que dispone de diferentes paradas desde el corazón de la ciudad hasta la periferia y más allá. Por ejemplo, si te encuentras en el corazón histórico de la ciudad en Îlle de la Cité, cogerás la RER C en la parada Saint Michel-Notre Damey en unos 50 minutos, sin ningún cambio de medio, llegarás al destino. Si sin embargo, tu posición de salida es más cercana a la Torre Eiffel, entonces, podrás utilizar la parada Champ de Mars, siempre y únicamente de la RER C. Llegado a la parada "Gare de Versailles", continuarás a pie por unos 20 minutos o elegirás el bus 171, en la Avenue de Paris, en la parada Vergennes. No temas tener que esperar demasiado porque este bus pasa cada 15 minutos aproximadamente.
La historia del Palacio de Versalles
El ayuntamiento de Versalles, en el sur de París, nació como pequeña aldea en el centro de un inmenso bosque, donde la familia real iba de caza, la aldea creció progresivamente en función de la expansión de dicho palacio, que durante algún decenio se transformó en una verdadera joya arquitectónica. Inicialmente, el palacio no era más que un pequeño hogar, hecho construir por Luis XIV, que veía en dicha residencia una fuga para vivir sus amores. El Palacio, siguió expandiéndose durante toda la duración del reino del Rey Sol, que en cada victoria en campo militar ampliaba y adornaba Versalles.
El Palacio
El palacio es de por sí una obra arquitectónica sin precedentes y de majestuosa belleza. Sus interiores son todavía más especiales e impresionantes a partir de las numerosas estatuas y bustos de todas las épocas que decoran los pasillos. En su interior, se encuentra la Capilla de Saint Louis, donde se pueden admirar columnas altas y delgadas, y vidrieras inmensas que reflejan un estilo gótico. El Rey escuchaba la misa directamente desde la tribuna, conectada a sus apartamentos y bajaba a la iglesia solo para las funciones religiosas más importantes. Con el reino de Luis Felipe, el palacio se convirtió en sede del Museo de la Historia de Francia, con una serie de cuadros entre los más importantes del 800. Con el reino de Luis XV, se construyó la sala de la Ópera en la planta oval, que puede acoger hasta 700 espectadores y tiene una acústica excelente en unión a una visual óptima para todos los espectadores.Una de las características más fascinantes del palacio es la pompa presente en cada detalle, desde las paredes de mármol, las piedras de las paredes, los cuadros y las lámparas.
Grand Trianon y Petit Trianon
El Grand Trianon, es un templo consagrado a la diosa Flora, que dispone de un inmenso pórtico que permite ver desde la corte el maravilloso jardín de Le Nôtre. Sus fachadas están revestidas de mármol rosa y verde y su interior hace de reina a la famosa sala de los espejos, que destaca en su luz reflejada por los numerosos espejos dispuestos en regla del arte en su interior. El Petit Trianon es la obra de arte de majestuosa elegancia, obra del arquitecto Jacques Ange Gabriel, que se inspiró a los gustos de la Madame de Pompadour. De hecho, este pequeño palacio, fue construido en honor de Pompadur, que sin embargo murió antes de que fuese rematada. De hecho, la primera propietaria fue la reina María Antonieta, que en este lugar de paz encontraba su refugio desde la Corte.
El jardín
El maravilloso jardín es un lugar verdaderamente mágico, que refleja el estilo de los jardines franceses y fue ideado por el célebre Le Nôtre. Este jardín era el orgullo del rey, que mostraba sus maravillosas, con inmenso orgullo a sus huéspedes. Todos los grandes artistas, contribuyeron a decorarlo con estatuas de bronce, de plomo y de mármol. Numerosas las fuentes con juegos de agua, macizos y canales. De impacto notable es el Grand Canal, que en otro tiempo acogía barcas y góndolas y regala un escenario encantador.
Consejos útiles para visitar Versalles
Una visita a Versalles necesita almenos un día entero y se aconseja si se permanece poco tiempo en París optimizar vuestra visita junto a un guía experto, para visitar toda la estructura en medio día y sin perder tiempo en filas o en la búsqueda de detalles más significativos. Otro consejo, si el día lo permite es llevarse un bocadillo o una comida para llevar para tomar en el jardín. De esta forma se podrá ahorrar mucho sobre los gastos de las comidas, ya que el castillo tiene puntos de restauración pero seguramente no Low Cost. Además, si deseáis visitar todas las estructuras, ahorraréis muchísimo comprando la entrada con todo incluido.
Horarios
Los horarios de apertura, varían en función de la estación. Desde abril hasta octubre: el palacio abre solo el martes y el domingo, desde las 9:00 hasta las 18:30; el Grand y Petit Trianon, abren desde las 12:00 hasta las 18:30 horas; el jardín permanece abierto todos los días desde las 8:00 hasta las 20:30. Desde noviembre hasta marzo; noviembre a marzo: el palacio, abre solo el martes y el domingo, desde las 9:00 hasta las 17:30 horas; el Grand y Petit Trianon, abren desde las 12:00 hasta las 17:30; el jardín, permanece abierto todos los días desde las 8:00 hasta las 18:00.
Costes
La entrada completa tiene un coste de 18 euros para adultos; Si se quiere visitar solo el edificio, el coste será de 15 euros; mientras que solo el Grand Trianon y el Petit Trianon, tienen un coste de 10 euros. Cualquier opción que se elija los jóvenes de menos de 26 años tienen siempre entrada gratuita.
